Y sucedió que, porque las parteras tuvieron temor de Dios, él también les dio a ellas su propia familia.
y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos.
Y por haber temido las parteras a Dios, les concedió numerosa prole.
Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias.
Y por haber las parteras temido a Dios, él les hizo casas.