Jehovah hizo soplar un fortísimo viento del occidente que llevó la langosta y la arrojó al mar Rojo. Ni una sola langosta quedó en todo el territorio de Egipto.
El Señor hizo entonces que el viento cambiara, y que un fuerte viento del oeste se llevara las langostas y las echara al *Mar Rojo. En todo Egipto no quedó una sola langosta.
Yahveh hizo que soplara con gran violencia un viento del mar que se llevó la langosta y la echó al mar de Suf. No quedó ni una langosta en todo el territorio de Egipto.
Entonces Jehová trajo un fortísimo viento occidental, y quitó la langosta y la arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el país de Egipto.
Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y la arrojó en el mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.