Jehovah dijo a Moisés y a Aarón: —Este es el estatuto acerca de la Pascua: Ningún extranjero comerá de ella.
El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 'Éstas son las normas para la Pascua: 'Ningún extranjero podrá participar de ella.
Dios les dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando celebren la Pascua, deberán seguir estas instrucciones: »Ningún extranjero que trabaje para ti podrá comer del cordero que se sacrifica en la fiesta. »Sólo podrán comer del cordero los esclavos comprados con dinero israelita, siempre y cuando hayan sido circuncidados. »También podrán comer del cordero los extranjeros que vivan entre ustedes, siempre y cuando ellos y todos los hombres de su familia se circunciden antes. Si lo hacen así, serán considerados parte del pueblo y podrán celebrar la Pascua. »Nadie que no esté circuncidado podrá participar de la cena de la Pascua. »El cordero deberá comerse dentro de la casa. Fuera de ella no debe salir ni un solo pedacito de carne. Tampoco se le debe quebrar al cordero ni un solo hueso. »Estas instrucciones deberán obedecerlas tanto los israelitas como los extranjeros que vivan en el país».
Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Estas son las normas sobre la Pascua: no comerá de ella ningún extranjero.
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño comerá de ella.
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella: