El preguntó a sus hijas: —¿Y dónde está? ¿Por qué habéis abandonado a este hombre? Llamadlo para que coma algo.
¿Y dónde está ese hombre? les contestó. ¿Por qué lo dejaron solo? ¡Invítenlo a comer!
—¿Y dónde está? —les preguntó su padre. ¿Por qué lo dejaron solo? ¡Vayan, invítenlo a comer con nosotros!
Preguntó entonces a sus hijas: «¿Y dónde está? ¿Cómo así habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.»
Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.
Y dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado ese hombre? llamadle para que coma pan.