y mezcla todo esto para hacer un incienso aromático, como lo hacen los fabricantes de perfumes. Agrégale sal a la mezcla, para que sea un incienso puro y sagrado.
Prepara con ello, según el arte del perfumista, un incienso perfumado, sazonado con sal, puro y santo;
y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo.
Y harás de ello una confección aromática según el arte del perfumador, bien mezclada, pura y santa: