Entonces el Señor se calmó y desistió de hacerle a su pueblo el daño que le había sentenciado.
En cuanto Dios se calmó y decidió no destruir al pueblo,
Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.
Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.
Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.