Los 100 talentos de plata fueron fundidos para hacer las bases del santuario y las bases del velo, 100 bases por 100 talentos, un talento por base.
Tres mil trescientos kilos[11] de plata se emplearon en las cien bases fundidas para el santuario y para la cortina, de modo que cada base pesaba treinta y tres kilos.
También se recolectaron tres mil trescientos kilos de plata para hacer las cien bases que se usaron para la construcción del santuario y para la cortina. Cada base pesaba treinta y tres kilos de plata.
Los cien talentos de plata se emplearon en fundir las basas del Santuario y las basas del velo; cien basas correspondientes a los cien talentos, un talento por basa.
Hubo además cien talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas, cien talentos, a talento por basa.
Hubo además cien talentos de plata para hacer de fundición las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas cien talentos, a talento por basa.