Y los capataces los apremiaban diciendo: —Terminad vuestra tarea, lo de cada día en su día, como cuando se os daba paja.
Los capataces no dejaban de apremiarlos y decirles: 'Cumplan con su tarea diaria, como cuando se les daba paja.'
Los capataces les decían: «¡Apúrense! Cada día tienen que entregar la misma cantidad de ladrillos que hacían cuando se les daba paja».
Los capataces por su lado los apremiaban, diciendo: «Terminad la tarea que os ha sido fijada para cada día, como cuando había paja.»
Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja.
Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea del día en su día, como cuando se os daba paja.