El faraón dijo: —Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehovah vuestro Dios en el desierto, con tal que no os vayáis demasiado lejos. Rogad por mí.
El faraón respondió: Voy a dejarlos ir para que ofrezcan sacrificios al Señor su Dios en el desierto, con tal de que no se vayan muy lejos y de que rueguen a Dios por mí.
El rey contestó: —Yo los dejaré ir al desierto a ofrecer sacrificios a su Dios, siempre y cuando no se alejen mucho, y le pidan a su Dios por mí.
Pero también esta vez endureció Faraón su corazón y no dejó salir al pueblo.
Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.
Y dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos: orad por mí.