Te vestí con un vestido de colores variados, y te calcé con sandalias de cuero fino. Te ceñí de lino y te cubrí de seda.
Te puse un vestido bordado y te calcé con finas sandalias de cuero. Te vestí con ropa de lino y de seda.
Luego le puse un vestido de pura seda y finos bordados, y le puse calzado en sus pies. Así de amoroso fui con Jerusalén. Y no sólo la alimenté bien, sino que la llené de grandes riquezas, como quien le regala a su novia brazaletes, collares, anillos, aretes, y una lujosa corona. Era la ciudad más hermosa de todas; ¡parecía una reina!
Te puse vestidos recamados, zapatos de cuero fino, una banda de lino fino y un manto de seda.
y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda.
Y te vestí de bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino, y te vestí de seda.