También tomaste mi pan que yo te había dado—la harina fina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba— y lo pusiste delante de ellos como grato olor, dice el Señor Jehovah.
Como ofrenda de olor fragante les presentaste el alimento que yo te había dado: el mejor trigo, el aceite de oliva y la miel. Lo afirma el Señor omnipotente.
El pan que yo te había dado, la flor de harina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba, lo presentaste ante ellas como calmante aroma. Y sucedió incluso - oráculo del Señor Yahveh -
Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue así, dice Jehová el Señor.
Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, y el aceite, y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para perfume grato; y fue así, dice el Señor Jehová.