Ezequiel 16:4

Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua por higiene. No fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales.

Otras versiones de la Biblia

El día en que naciste no te cortaron el cordón umbilical; no te bañaron, no te frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Cuando la fundaron, fue como una niña abandonada al nacer. Nadie se interesó por ella, ni la cuidó ni le cortó el ombligo. Nadie la bañó, ni la frotó con sal, ni la envolvió en pañales. Al contrario, la abandonaron como si fuera basura.

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

Cuando naciste, el día en que viniste al mundo, no se te cortó el cordón, no se te lavó con agua para limpiarte, no se te frotó con sal, ni se te envolvió en pañales.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para atemperarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 3
    Dile que así ha dicho el Señor Jehovah a Jerusalén: ‘En cuanto a tu origen y a tu nacimiento, eres de la tierra de los cananeos; tu padre fue un amorreo y tu madre una hetea.
  • 4
    Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua por higiene. No fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales.
  • 5
    No hubo ojo que te tuviese lástima, para hacer por ti alguna de estas cosas, teniendo compasión de ti. Al contrario, el día en que naciste, fuiste echada sobre la superficie del campo con repulsión por tu vida.

Imagen del verso

Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua por higiene. No fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales. - Ezequiel 16:4