El la entregó para ser pulida y para tomarla en la mano. Ha afilado la espada; la ha pulido para entregarla en manos del verdugo.’
La bruñeron y la afilaron para ponerla en manos del asesino.
Está afilada y pulida, lista para que sea puesta en manos del asesino.
Y tú, hijo de hombre, lanza gemidos, con corazón quebrantado. Lleno de amargura, lanzarás gemidos ante sus ojos.
Y la dio a pulir para tenerla a mano; la espada está afilada, y está pulida para entregarla en mano del matador.
Y la dio a pulir para tenerla a mano: la espada está afilada, y pulida está ella, para entregarla en mano del matador.