'Y tú, oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho el Señor Jehovah acerca de los hijos de Amón y de sus afrentas. Dirás: ‘¡La espada, la espada está desenvainada para la matanza, pulida para exterminar y para resplandecer!
'Y tú, hijo de hombre, profetiza y declara que esto afirma el Señor omnipotente acerca de los amonitas y de sus insultos: La espada, la espada está desenvainada para la masacre; pulida está para devorar y centellear como relámpago.
»Los amonitas han ofendido a mi pueblo. Pero tú, Ezequiel, les dirás de mi parte: “¡Ya está lista la espada! Pulida está, para deslumbrar; Afilada está, para destruir.
Para ellos y a sus ojos, no es más que un vano presagio: se les había dado un juramento. Pero él recuerda las culpas por las que caerán presos.
Y tú, hijo de hombre, profetiza, y dí: Así ha dicho Jehová el Señor acerca de los hijos de Amón, y de su oprobio. Dirás, pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar; para consumir está pulida con resplandor.
Y tú, hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho el Señor Jehová sobre los hijos de Amón, y su oprobio. Dirás pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar, para consumir; pulida con resplandor.