El Señor me dirigió la palabra:
Dios también me dijo: «Ezequiel, enfréntate a los amonitas y diles de mi parte que pongan mucha atención a este mensaje contra ellos: “Ustedes se alegraron cuando vieron que mi templo y la tierra de Israel eran destruidos. Ustedes se burlaron de mi pueblo cuando vieron que se lo llevaban prisionero a otro país.
La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Y VINO a mí palabra de Jehová, diciendo: