Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores. Estabas en el santo monte de Dios, y andabas en medio de piedras de fuego.
Fuiste elegido *querubín protector, porque yo así lo dispuse.[1] Estabas en el *santo monte de Dios, y caminabas sobre piedras de fuego.
Un ángel te protegía, mientras pisabas piedras de fuego en el monte elegido por Dios.
Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego.
Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Tú, querubín ungido, protector; yo te puse así; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.