El sacerdote tomará parte de la sangre del sacrificio por el pecado y la pondrá sobre los postes del templo, sobre las cuatro esquinas del zócalo del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior.
De la ofrenda por el pecado el sacerdote tomará un poco de sangre y la pondrá sobre los postes de la puerta del templo, en las cuatro esquinas del zócalo superior del altar, y en los postes de la puerta del atrio interior.
”La purificación se hará de la siguiente manera: El sacerdote untará la sangre del animal en los postes de las puertas del templo, en las cuatro esquinas del altar y en los postes de las puertas del patio interior. Esto mismo volverá a hacerlo el día siete del mes, en favor de quienes hayan cometido un pecado sin quererlo, o sin darse cuenta de lo que hacían.
El sacerdote tomará la sangre de la víctima por el pecado y la pondrá en las jambas del pórtico de la Casa, en los cuatro ángulos del zócalo del altar, y en las jambas de los pórticos del atrio interior.
Y el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior.
Y el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior.