'¡He aquí el día! He aquí que viene; ha llegado el desenlace. La vara ha echado brotes; ha reverdecido la arrogancia.
'¡Ya llegó el día! ¡Ya está aquí! ¡Tu suerte está echada! Florece la injusticia,[1] germina el orgullo,
”¡Ha llegado el día! ¡Ha llegado la hora! ¡Por todas partes se ve orgullo y maldad!
He aquí el día, hele que viene: sale el turno, la vara está florida, florida la insolencia.
He aquí el día, he aquí que viene; ha salido la mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia.
He aquí el día, he aquí que viene: ha salido la mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia.