Y a los otros les dijo, a mis oídos: —¡Pasad por la ciudad, detrás de él, y matad! Vuestro ojo no tenga lástima, ni tengáis compasión.
Pero oí que a los otros les dijo: 'Síganlo. Recorran la ciudad y maten sin piedad ni compasión.
A los otros hombres les ordenó: «Ustedes, sigan al escritor y maten sin ninguna compasión a cualquiera que no tenga la marca en la frente. No se fijen en la edad ni en el sexo. Comiencen aquí, en el templo, y llenen sus patios de cadáveres, ¡no importa que quede sucio y no sirva más para el culto!» Aquellos hombres lo hicieron así, y comenzaron a matar gente por toda la ciudad. Primero mataron a los jefes de los israelitas, que estaban frente al templo.
Y a los otros oí que les dijo: «Recorred la ciudad detrás de él y herid. No tengáis una mirada de piedad, no perdonéis;
Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.
Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.