Pero cuando Pedro vino a Antioquía, yo me opuse a él frente a frente, porque era reprensible.
Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable.
Cuando Pedro vino a la ciudad de Antioquía, me enfrenté a él y le dije que no estaba bien lo que hacía.
Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
Pero cuando Pedro vino a Antioquia, le resistí en su cara, porque era de condenar.