Desde luego, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque el justo vivirá por la fe.
Ahora bien, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque 'el justo por la fe vivirá'.*
Nadie puede agradar a Dios sólo obedeciendo la ley, pues la Biblia dice: «Los que Dios ha aceptado, y que confían en él, vivirán para siempre.»
- Y que la ley no justifica a nadie ante Dios es cosa evidente, pues = el justo vivirá por la fe; =
Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente; porque: El justo por la fe vivirá,