Así que los que viven por la fe son bendecidos junto con Abraham, el hombre de fe.
Así que Dios bendecirá, por medio de Abraham, a todos los que confían en él como Abraham lo hizo.
Así pues, los que viven de la fe son bendecidos con Abraham el creyente.
De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.
Así también los de la fe, son bendecidos con el creyente Abraham.