De igual modo nosotros también, cuando éramos niños, éramos esclavos sujetos a los principios elementales del mundo.
Así también nosotros, cuando éramos menores, estábamos esclavizados por los principios* de este mundo.
Algo así pasaba con nosotros cuando todavía no conocíamos a Cristo: los espíritus que controlan el universo nos trataban como si fuéramos sus esclavos.
De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo.
Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.
Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.