No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros.
No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos.
No busquemos la gloria vana provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente.
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.