Bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos.' Y Abram le dio a él el diezmo de todo.
¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!' Entonces Abram le dio el diezmo de todo.
El Dios altísimo merece todas las alabanzas, pues te dio la victoria sobre tus enemigos». De inmediato, Abram le dio a Melquisedec la décima parte de todo lo que había recuperado.
y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!» Y diole Abram el diezmo de todo.
y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Y bendito sea el Dios altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.