Y Dios respondió: —Ciertamente Sara tu mujer te dará un hijo, y llamarás su nombre Isaac. Yo confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para su descendencia después de él.
A lo que Dios contestó: ¡Pero es Sara, tu esposa, la que te dará un hijo, al que llamarás Isaac![4] Yo estableceré mi pacto con él y con sus descendientes, como pacto perpetuo.
Pero Dios le respondió: —Aunque no lo creas, Sara misma va a darte un hijo, y tú le pondrás por nombre Isaac. Mi pacto con él y con sus descendientes durará para siempre.
Respondió Dios: «Sí, pero Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Isaac. Yo estableceré mi alianza con él, una alianza eterna, de ser el Dios suyo y el de su posteridad.
Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
Y respondió Dios: Ciertamente Sara tu esposa te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él, y con su simiente después de él por pacto perpetuo.