Entonces la mayor dijo a la menor: —Nuestro padre es viejo, y no queda ningún hombre en la tierra que se una a nosotras, como es la costumbre en toda la tierra.
Un día, la hija mayor le dijo a la menor: Nuestro padre ya está viejo, y no quedan hombres en esta región para que se casen con nosotras, como es la costumbre de todo el mundo.
Un día, la hija mayor le dijo a su hermana menor: «Nuestro padre ya está muy anciano, y no hay por aquí ningún hombre con el que podamos casarnos para tener hijos.
La mayor dijo a la pequeña: «Nuestro padre es viejo y no hay ningún hombre en el país que se una a nosotras, como se hace en todo el mundo.
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra.
Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra: