El hombre la observaba en silencio para saber si Jehovah había dado éxito a su viaje o no.
Mientras tanto, el criado de Abraham la observaba en silencio, para ver si el Señor había coronado su viaje con el éxito.
Mientras tanto, el mayordomo la miraba sin decir nada, pues quería saber si Dios le había ayudado a encontrar una esposa para Isaac.
El hombre la contemplaba callando para saber si Yahveh había dado éxito o no a su misión.
Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado o no su viaje.