El hombre llamó el nombre de su mujer Eva, porque ella sería la madre de todos los vivientes.
El hombre llamó Eva[1] a su mujer, porque ella sería la madre de todo ser viviente.
Entonces el hombre le puso a su esposa el nombre de Eva, porque ella sería la madre de todos los que iban a vivir en la tierra.
El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella la madre de todos los vivientes.
Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
Y llamó Adán el nombre de su esposa, Eva; por cuanto ella era madre de todos lo vivientes.