Entonces Lea exclamó: '¡Qué suerte!' Por eso lo llamó Gad.[3]
al que Lía le puso por nombre Gad, que significa «buena suerte», porque dijo: «¡Qué buena suerte he tenido!»
Lía dijo: «¡Enhorabuena!» Y le llamó Gad.
Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.
Y dijo Lea: Vino la ventura. Y llamó su nombre Gad.