Labán le respondió: —Por favor, si he hallado gracia ante tus ojos… He visto que Jehovah me ha bendecido por tu causa.
Pero Labán le contestó: Por favor, quédate. He sabido por adivinación que, gracias a ti, el Señor me ha bendecido.
Labán le dijo: —Por favor, no te vayas. Preferiría que te quedes conmigo. Dios me hizo ver que gracias a ti soy muy rico.
Díjole Labán: «¡Si en algo me estimas!... Yo estaba bajo un maleficio, pero Yahveh me ha bendecido gracias a ti.»
Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.
Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.