Mientras Labán estaba ausente esquilando sus ovejas, Raquel aprovechó el momento para robarse los ídolos familiares.
Como Labán había ido a esquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos familiares que tenía su padre,
Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre.
Y Labán había ido a trasquilar sus ovejas: y Raquel hurtó los ídolos de su padre.