Pero aquella noche Dios vino en sueños a Labán el arameo, y le dijo: 'Ten cuidado, no sea que hables a Jacob bruscamente.'
Pero esa misma noche Dios se le apareció en un sueño a Labán el *arameo, y le dijo: '¡Cuidado con amenazar a Jacob!'
Pero aquella noche vino Dios en sueños a Labán el arameo y le dijo: «Guárdate de hablar nada con Jacob, ni bueno ni malo.»
Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.
Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.