¿Cómo te llamas? le preguntó el hombre. Me llamo Jacob respondió.
El desconocido le preguntó: —¿Cómo te llamas? Cuando Jacob le dio su nombre,
Este le dijo: «Suéltame, que ha rayado el alba.» Jacob respondió: «No te suelto hasta que no me hayas bendecido.»
Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Y él le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.