Les dijeron: —No podemos hacer eso de dar nuestra hermana a un hombre incircunciso, porque entre nosotros eso es una abominación.
Nosotros no podemos hacer algo así les explicaron. Sería una vergüenza para todos nosotros entregarle nuestra hermana a un hombre que no está circuncidado.
sino que los engañaron diciéndoles: —Nosotros no podemos permitir que nuestra hermana se case con alguien que no está circuncidado. Eso, para nosotros, sería una vergüenza.
dijeron: «No podemos hacer tal cosa: dar nuestra hermana a uno que es incircunciso, porque eso es una vergüenza para nosotros.
Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre que tiene prepucio; porque entre nosotros es abominación.