y al lugar donde Dios le había hablado lo llamó Betel.[6]
Y como Dios había hablado allí con él, Jacob llamó a ese lugar Betel, que significa «casa de Dios».
Jacob llamó a lugar donde había hablado Dios con él «Betel».
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Betel.