Cuando Judá la vio con el rostro cubierto, la tomó por una prostituta.
Cuando Judá vio a una mujer con la cara cubierta, no se imaginó que se trataba de su nuera. Más bien, pensando que era una prostituta, se acercó a ella y le propuso: —Oye, ¿me dejarías acostarme contigo? Ella contestó: —Suponiendo que te deje, ¿qué me darás a cambio?
Judá la vio y la tomó por una ramera, porque se había tapado el rostro,
Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro.
Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro.