El cetro no será quitado de Judá, ni la vara de autoridad de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y le obedecerán los pueblos.
El cetro no se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey,[4] quien merece la obediencia de los pueblos.
Siempre tendrás en tus manos el cetro que te hace gobernante, hasta que venga el verdadero rey que gobernará a todo el mundo.
No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus piernas. hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las naciones;
/n No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos.
No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Silo; Y a él se congregarán los pueblos.