Tenía Noé seiscientos años de edad cuando las aguas del diluvio inundaron la tierra.
Siete días después, el agua que estaba debajo de la tierra comenzó a salir a la superficie, y también comenzó a caer toda el agua del cielo. Todo esto duró cuarenta días y cuarenta noches. Hacía más de dos meses que Noé había cumplido seiscientos años. El día que comenzó la inundación, Noé y su esposa entraron en la casa flotante, junto con sus tres hijos y sus nueras, para ponerse a salvo. Además, entraron en la casa machos y hembras de todos los animales y aves que Dios acepta como ofrenda. También entraron animales, aves y reptiles, de los que Dios no acepta como ofrenda. Así obedeció Noé las órdenes que Dios le había dado.
Noé contaba seiscientos años cuando acaeció el diluvio, las aguas, sobre la tierra.
Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
Y era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.