Son un viento que a su paso arrasa todo; su pecado es hacer de su fuerza un dios.'
Son como un viento violento que llega, golpea y se va; pero son culpables de un gran pecado: no tienen más dios que su fuerza».
Luego se cambia el viento y pasa, y él aparece culpable por hacer de su fuerza su dios.
Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.
Luego mudará espíritu, y pasará adelante, y ofenderá atribuyendo este su poder a su dios.