Por eso hasta las piedras del muro claman, y resuenan las vigas del enmaderado.
¡Las paredes de tus ciudades son testigos de tu maldad!
Porque la piedra grita desde el muro, y la viga desde el maderamen le responde.
Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.