La fe es la constancia de las cosas que se esperan y la comprobación de los hechos que no se ven.
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.
La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
ES, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve.