Por la fe no pereció la prostituta Rajab junto con los incrédulos, porque recibió en paz a los espías.
Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes,* pues había recibido en paz a los espías.
Rahab, la prostituta, confió en Dios y trató bien a los espías de Israel. Por eso no murió junto con los que habían desobedecido a Dios en Jericó.
Por la fe, la ramera Rajab no pereció con los incrédulos, por haber acogido amistosamente a los exploradores.
Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
Por fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los incrédulos, habiendo recibido a los espías en paz.