Tenemos la esperanza como ancla del alma, segura y firme, y que penetra aun dentro del velo,
Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario,
Esta confianza nos da plena seguridad; es como el ancla de un barco, que lo mantiene firme y quieto en el mismo lugar. Y esta confianza nos la da Jesucristo, que traspasó la cortina del templo de Dios en el cielo, y entró al lugar más sagrado.
que nosotros tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma, y = que penetra hasta más allá del velo, =
La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,
La cual tenemos como ancla del alma, segura y firme, y que penetra hasta dentro del velo;