Luego oí una voz que me decía: 'Levántate, Pedro; mata y come.'
Luego oí la voz de Dios, que me dijo: “Pedro, levántate; mata y come de estos animales.”
Oí también una voz que me decía: “Pedro, levántate, sacrifica y come.”
Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come.
Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come.