En un día señalado, Herodes, vestido de sus vestiduras reales, se sentó en el tribunal y les arengaba.
El día señalado, Herodes, ataviado con su ropaje real y sentado en su trono, le dirigió un discurso al pueblo.
El día en que iba a recibirlos, Herodes se vistió con sus ropas de rey y se sentó en su trono. Luego, lleno de orgullo, les habló.
El día señalado, Herodes, regiamente vestido y sentado en la tribuna, les arengaba.
Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó.
Y un día señalado, Herodes vestido de ropa real, se sentó en el tribunal, y les arengó.