El siguiente sábado casi toda la ciudad se congregó para oír la palabra del Señor.
Al sábado siguiente, casi toda la gente de la ciudad se reunió en la sinagoga, para oír el mensaje de Dios que iban a dar Pablo y Bernabé.
El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios.
Y el sábado siguiente se reunió casi toda la ciudad a oír la palabra de Dios.