Como ella y su familia fueron bautizadas, nos rogó diciendo: 'Ya que habéis juzgado que soy fiel al Señor, entrad en mi casa y quedaos.' Y nos obligó a hacerlo.
Cuando fue bautizada con su familia, nos hizo la siguiente invitación: 'Si ustedes me consideran creyente en el Señor, vengan a hospedarse en mi casa.' Y nos persuadió.
y cuando ella y toda su familia fueron bautizados, nos invitó con mucha insistencia a quedarnos en su casa, y así lo hicimos.
Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa.» Y nos obligó a ir.
Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
Y cuando fue bautizada, ella, y su familia, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa; y nos constriñó a quedarnos.