Cuando oímos esto, nosotros y también los de aquel lugar le rogamos que no subiese a Jerusalén.
Al oír esto, nosotros y los de aquel lugar le rogamos a Pablo que no subiera a Jerusalén.
Cuando los que acompañábamos a Pablo escuchamos eso, le rogamos que no fuera a Jerusalén. También los de la iglesia de Cesarea le rogaban lo mismo.
Al oír esto nosotros y los de aquel lugar le rogamos que no subiera a Jerusalén.
Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.
Y cuando oímos esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalem.