Habiéndome examinado, ellos me querían soltar porque no había en mí ninguna causa digna de muerte.
Éstos me interrogaron y quisieron soltarme por no ser yo culpable de ningún delito que mereciera la muerte.
Los romanos me hicieron muchas preguntas y, como vieron que yo era inocente, quisieron dejarme libre.
que, después de haberme interrogado, querían dejarme en libertad porque no había en mí ningún motivo de muerte.
los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte.
los cuales, habiéndome interrogado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.